martes, 9 de enero de 2018

R | La ciudad de las mujeres desaparecidas, de Megan Miranda


Un thriller al que entras poco a poco, pero del que es imposible salir.
NOTA: 4,5/5


La historia empieza cuando Nicolette recibe una llamada de su hermano y decide volver a su ciudad natal. Hace diez años abandonó Cooley Ridge después de la mediática desaparición de una de sus mejores amigas y desde entonces no ha hecho más que poner tierra de por medio. Además, una nota de su padre enfermo la hace cuestionarse lo sucedido. Para ponernos en situación. La desaparición de Corinne hace diez años y después de la gran investigación que sacó a la luz tanto sus secretos como los de todos sus amigos el caso quedó sin resolver. Ahora hay que sumarle otra desaparición de otra chica: Annaleise, que vuelve a desempolvar viejos recuerdos del pasado debido al parecido de los dos casos.

Nicolette nos narra esta historia. Es una chica que intenta olvidar el hecho de perder a una de sus mejores amigas a los 18 años y como todo lo que pasó la sigue acompañando a día de hoy. Además, es una chica que ha luchado por todo lo que tiene. Daniel, su hermano, es un personaje extraño con el que mantiene una relación de amor/odio que no podemos llegar a comprender hasta el final de la historia. Cuando Nic vuelve a su ciudad natal se reencuentra allí con sus viejos amigos: Tyler su antiguo novio del instituto y Jackson el novio de Corinne. Ellos cuatro más Corinne y Bailey, con la que cortó toda relación, forman un grupo peculiar; que el lector va conociendo a lo largo de toda la novela.

También son importantes para la historia el padre de Nic y de Daniel que sin querer vuelve a abrir la investigación de Corinne. Anneleise que parece implicada y muy interesada en el caso de Corinne y que termina también como ella: desaparecida. El pobre prometido de Nic que sin tener nada que ver se encuentra en medio de un entramados de secretos y de rumores; es el único personaje que aparece en la historia que no parece culpable por el simple echo de que no estuvo allí.

Me ha gustado que todos los personajes que se nombran parezcan culpables e inocentes al mismo tiempo. Este punto me ha encantado, porque todos tienen dos caras y a medida que avanzas en la trama los vas conociendo mejor y te das cuenta de sus claroscuros y de sus matices. El grupo de amigos de Nic es un grupo sano e insano al mismo tiempo que lo darían y lo dan todo para protegerse; todos ellos tienen un sentido muy amoral de la amistad, de la lealtad y sobre todo de la fidelidad. Y entre ellos está Corinne que los intenta pervertirlos a todos y que con el tiempo se dan cuenta de que no era la chica que pensaban que era.

Otro elemento que me ha gustado mucho de la historia es la forma en que está contada. En un primer momento, la autora nos pone en situación, pero una vez pasado ese primer capítulo la historia avanza en sentido contrario; pasamos del día 1 al 15 y seguimos a la inversa: 14, 13, 12 y así hasta volver al primer día. Eso hace que te metas de lleno en una escena que no sabes de donde viene y poco a poco va generando un tensión por saber porqué estamos donde estamos y que desencadenó todo lo que está pasando. Además, se comentan cosas que ya han pasado, pero que como lector no conocemos todavía. Esa técnica hace que en un primer momento tenga todas las piezas sobre la mesa, pero que ni te des cuenta de que están allí o de como juntarlas.

Hay que tener en cuenta también que esta historia contada de la forma tradicional no tendría la misma gracia y perdería esa tensión. La narración avanza poco a poco para explotar en los últimos capítulos donde por fin podemos encajar todas las piezas. Personalmente, no he descubierto el culpable hasta que me lo han dicho y me ha sorprendido y mucho. Todo el desenlace es totalmente inesperado y realmente te vas dando cuenta de lo que está pasando al mismo tiempo que lo vas leyendo.

Otro recurso que utiliza la autora es ir contando el caso de Corinne de forma fraccionada durante la búsqueda e investigación de Annaleise creando un paralelismo entre los dos casos que van avanzando para el lector de forma más o menos simultanea. Además, a pesar de los diferentes caracteres de las dos chicas a lo largo de toda la novela podemos llegar a descubrir su interior y darnos cuenta de que ninguna de las dos era aquella chica que aparentaba ser.

Por último, las descripciones, la fotografía de la que hablaríamos en cine, son muy bonitas; con mucha luz y un calor sofocante algunas y con una penumbra misteriosa otra. También, como viste el bosque, las cuevas y la feria de un halo de algo que te meten todavía más en situación. Todas las descripciones dan pie a creer en el monstruo que todos dicen que habita en los bosques de Cooley Ridge. Me ha gustado mucho la estética.

La verdad es que no suelo leer thriller, aunque creo que casi todos los que he leído me han dejado con la boca abierta. Megan Miranda te mete poco a poco en la trama y llega un momento que te das cuenta de que estás allí metida y que no puedes soltar el libro hasta llegar a la última página. Sé que me repito, pero la historia se va desplegando lentamente y de forma confusa en los primero capítulos y con ello va creando una tensión por saber que está pasando, por descubrir cuales son esos secretos y esos rumores que corren y el final. En los últimos capítulos caes empicado. Lo he disfrutado un montón.


La ciudad de las mujeres desaparecidas cuenta una historia que se va abriendo poco a poco ante nosotros hasta que te descubres allí en medio. Además, cuenta con unos personajes maravillosos que están llenos de secretos. Y con una estética que acompaña en todo momento la narración.

¿Os llama la atención? Un beso.

Mil gracias a Lince Ediciones por el ejemplar.


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